Desmintiendo uno de los mitos más frecuentes sobre el yoga
Mi sendero por el yoga comenzó hace 20 años, cuando asistí por primera vez a una escuela de yoga en Caracas, mi ciudad natal, la sala estaba llena de gente, con muy poco espacio de separación entre cada uno, era una de las muy pocas escuelas que existían en ese momento, y me enamoré perdidamente de la práctica de esta disciplina milenaria. Continué asistiendo a clases hasta que un día emigré a Tenerife, allí por motivos muy particulares, pausé mi práctica hasta 10 años más tarde que la retomé con tal seriedad que hoy soy profesora. Cuento todo esto antes de entrar en este tema tan polémico porque me gustaría que entendieran mi punto de vista como una persona que se ha criado en la fé católica, aunque tengo mi propio concepto de Dios y religión, la religión católica ha marcado mi vida y mi camino al pasar de los años.
Hace unos meses tuve una conversación con un sacerdote de la parroquia donde vivo, y mientras intercambiábamos opiniones referente a un tema muy personal me preguntó sorpresivamente si yo practicaba yoga, me extrañó la pregunta y le respondí afirmativamente, pero lo que más me sorprendió y extrañó no fue su pregunta sino lo que me dijo a continuación… “No debes practicar más nunca yoga, y mucho menos enseñarlo, solo hay que adorar a Jesús, no debemos pensar tanto y rendirle culto a nuestro ser, le tenemos que rendir culto solo a Dios” me quedé sin entender sus palabras, salí de su despacho aún preguntándome qué me quiso decir, y comencé a buscar respuestas, nunca me había puesto a pensar si el yoga tenía alguna connotación religiosa, hasta que encontré un artículo donde afirmaba que la religión católica era incompatible con el yoga… entonces me hice la pregunta, ¿es el yoga una religión?
Para responder a esta pregunta debemos conceptualizar primero lo que significa espiritualidad y religión.
Podemos definir como espiritualidad el conocimiento, aceptación o cultivo de la esencia inmaterial de uno mismo. Es la conciencia de una parte de nosotros que no se manifiesta materialmente y que está ligada a algo superior a todos los seres vivos.
Religión según la RAE, es un conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto.
Ahora entendiendo el significado de ambos conceptos hemos de saber también que en la religión, la espiritualidad se basa en dirigir nuestra vida y desarrollo espiritual según las enseñanzas y normas de un dios o profeta. La espiritualidad cristiana, por ejemplo, tiene como base y fundamento las enseñanzas de Cristo y de sus discípulos. Podemos decir que la espiritualidad es un valor positivo y superior, una cualidad que determina un comportamiento coherente con los valores morales y éticos que ayudan al desarrollo individual.
Si retrocedemos 5.000 años encontraremos que el yoga tiene su origen en la India, en el periodo védico, por eso tiene conceptos en común con el hinduismo, el budismo y el jainismo, religiones que comparten el mismo origen, conceptos o símbolos. Pero el yoga en sí no es una religión.
Cuando comencé mi curso como profesora de yoga, una de mis asignaturas preferidas era filosofía, allí estudiamos el origen del yoga y los textos sagrados más importantes donde aparecía esta disciplina. Realmente es fascinante, y entiendo que por este motivo en occidente, la iglesia católica por ejemplo, determine que el yoga es incompatible con la religión, o que profese alguna otra creencia que choque con las creencias católicas. Hoy en día en esta parte del mundo y en el siglo 21, hemos tomado los beneficios del yoga como herramientas para mejorar nuestra salud física y mental, cada vez hay más profesionales de la salud que recomiendan el yoga como terapia alternativa a los tratamientos de sus pacientes, y cada vez hay más personas que experimentan mejoría en sus vidas practicándolo continuamente, obviando todo el contexto espiritual (no religioso) que este conlleva.
Es cierto que existen centros de yoga donde el objetivo es meramente físico, y algunos otros donde el objetivo es un poco más espiritual, y según el profesor puede dirigir la clase de una forma más terapéutica o más holística, pero nunca de forma religiosa, insisto. En la práctica de yoga, no hay que tener fe ni creencias, se trata de experimentar y vivir los resultados de tu práctica personal según tus necesidades. Como resultado, cada experiencia es única e irrepetible para otras personas, cada individuo genera su propio aprendizaje y vivencia mediante la práctica.
Como mencioné anteriormente la práctica y técnicas del yoga están descritas en muchos textos sagrados de origen hindú, budista y jainista, pero puedes practicarlo sin vincularte a ninguna de estas religiones. Muchas personas practicamos yoga y meditación teniendo fe en otra religión o creencias.
En el yoga no veneramos ni tememos a ninguna divinidad, simplemente conectamos con nosotros mismos a través de la meditación, respiración y la práctica de asanas independientemente de las creencias de cada uno. No es incompatible con ninguna religión, no prohíbe ni discrimina su práctica a ninguna persona, todos podemos practicarlo y beneficiarnos de sus cualidades físicas y espirituales.
En mi experiencia personal, el yoga me ha cambiado para bien, he mejorado como persona, y ha sido el resultado de conocerme más interiormente, identificar mis sentimientos y saber cómo dirigirlos para llevar una vida más plena sin tanto estrés y sufrimiento. Es cierto que existe un importante trabajo mental y espiritual, pero no por esto hay que confundirlo con una religión, no es dogmático y totalitario, puedes quedarte con lo que te interese, nadie te juzgará ni condenará por ello. Si solo te atrae el ejercicio corporal, no es necesario que vayas más allá.
En conclusión, estas son las características de por qué el Yoga no se considera una religión:
- No existe una divinidad a quien adorar.
- No tiene una iconografía sagrada.
- No tiene un credo que deba ser aceptado de forma incondicional.
- No se realizan rituales.
- No hay clérigos, sacerdotes u otro tipo de líderes.
- No hay un líder global.
- No tiene una estructura institucionalizada (iglesias, templos).
- No es necesario ningún ritual iniciático o de ingreso.
- No requiere fe.
- Algunas religiones incluyen el yoga pero el yoga no incluye ninguna religión.