Halasana o postura del Arado es una de las asanas de semi-inversión más utilizadas en yoga, puesto que se puede adaptar a todos los niveles, eso si, con mucha precaución. Las asanas semi-invertidas, nos ayudan a mejorar a circulación sanguínea y a liberar la carga de la zona lumbar.
Halasana, aunque puede parecernos algo complicada a primera vista, realmente no lo es tanto si seguimos todos los pasos y progresiones.
BENEFICIOS DE PRACTICAR HALASANA
La postura del arado recibe su nombre debido a su parecido con un arado indio. En ella, la cadera se coloca por encima de nuestra cintura escapular, llevando los pies hacia atrás y hacia el suelo, y estirando los brazos en la dirección opuesta. Los beneficios de la postura del arado son numerosos para nuestro organismo:
- Calma el cerebro
- Estimula los órganos abdominales y la glándula tiroides
- Estira los hombros y la columna vertebral
- Ayuda a aliviar los síntomas de la menopausia
- Reduce el estrés y la fatiga
- Terapéutico para el dolor de espalda, dolor de cabeza, la infertilidad, el insomnio, la sinusitis
CÓMO LLEGAR A LA POSTURA
Comenzamos tumbados boca arriba sobre la esterilla, con los brazos estirados a ambos lados del cuerpo y las palmas de las manos apoyadas contra el suelo.
Desde ahí levantamos nuestras piernas estiradas hasta llegar a formar un ángulo de 90 grados y lentamente llevamos nuestras piernas hacia atrás al mismo tiempo que nuestra cadera sube hacia el techo, colocándola por encima de la cintura escapular.
Finalmente, apoyamos nuestros pies en el suelo mientras los brazos ejercen presión. Si no podemos llegar al suelo, sentimos dolor o mucha tensión en el cuello es recomendable poner una silla para apoyar los pies y ayudar a hacer la postura correctamente, poco a poco tu cuerpo irá ganando flexibilidad, no hay que apresurarse.
Importante:
El peso del cuerpo debe estar repartido entre los brazos, los hombros y la punta de los pies: en ningún caso se encuentra sobre el cuello, este debe quedar relajado. Es importante que coloquemos el peso del cuerpo en los lugares correctos para evitar posibles lesiones.
RECOMENDACIONES
Para realizar esta postura por primera vez, es primordial la ayuda del instructor o profesor, que te guiará poco a poco a colocar las piernas en el sitio correcto, además supervisará que los brazos se encuentren activos y que la cadera llegue a colocarse por encima de los hombros.
Además de ser una postura beneficiosa a nivel físico, también lo es a nivel psicológico: muchos practicantes de Yoga creen que es una postura a la que es muy difícil llegar cuando realmente es bastante simple, y el hecho de comprobar que son capaces de llevarla a cabo sin mayores problemas suele ser una gran fuente de energía para ellos.